Robert Pattinson en Vanity Fair

Ha pasado exactamente un año desde que ‘Twilight’, la serie de libros sobre el vampiro adolescente se convirtiera en una franquicia de películas, llegando a ser un fenómeno mundial, lanzando al estrellato a la reacia estrella Robert Pattinson a la estratosfera de las celebridades. No desde la época de ‘Titanic’ de Leonardo Dicaprio ha habido un actor joven tan rabiosamente perseguido tanto por adolescentes como por paparazzis – tanto que la simple observación de él con su compañera de reparto y rumoreada amante Kristen Stewart hacen noticia por las portadas internacionales. Para la portada de Vanity Fair del número de Diciembre, contribuyen la editora Evgenia Peretz entrevistando a Pattinson, Stewart y un invitado del interior de ‘Twilight’ para un perfil íntimo que describa como consiguió el papel de ‘Edward Cullen’, destila la esencia de su atractivo, y explora su malestar con el combustible de hormonas histéricas que inspira entre sus fans.

Fuente: Vanity Fair

Peretz, quien, como es el caso, retrató a Dicaprio en 2004, sigue al actor británico desde la convención del Comic-Con en San Diego hasta las Torres Waldorf en la ciudad de Nueva York, mientras se prepara para el estreno el 20 de Noviembre de la secuela de ‘Twilight’, ‘New Moon’. No hay noches locas en clubs – incluso si él pudiera salir sin ser desplazado, Pattinson preferiría enredarse con un buen libro.

En lugar de ir a su bola con supermodelos, Pattinson, que ha estado viviendo de tres maletas durante el último año, se ha estado sintiendo abrumado, consciente de sí mismo, y culpable. “Estoy intentando no caer”, dice en la habitación de su hotel en el San Diego Hard Rock Hotel, que hoy está cubierta de botes de cerveza, huevos revueltos viejos, una barra de Twix medio comida, y un par de vaqueros sucios en el suelo de la estancia. Y se da cuenta que no ha hecho su cama. “Oh, Dios. Siento esto”.
“Estoy insoportablemente consciente de mi mismo acerca de todo ésto”, admite. Hasta el punto que, mientras rueda escenas antes de que la armada de paparazzis de Nueva York que lo han estado siguiendo por todas partes, está aterrado de quedar “con el culo al aire”.

Criado a las afueras de Londres en un pequeño pueblo, con un vacilante deseo de ser músico o actor, Pattinson es tímidamente modesto acerca de su talento y belleza, y eternamente confuso por la devoción de sus fans.

A pesar del hecho de que es una belleza exquisita – perfectamente formado en rojo, labios rojos y una cara que podría haber sido soñada por los poetas románticos – el cree que parece “un personaje de dibujos”. Una de sus piernas es más larga que la otra, lo que le hace parecer, asegura, “como un idiota”.
Está seguro de que vuelve loca a la gente por hablar constantemente de cómo no puede dejar la habitación de su hotel. Y él ve su incapacidad para deleitar las reverencias de sus fans como su propio defecto. “Supongo que no soy el tipo de chico hecho para hacer una franquicia [de películas]“, dice. “No soy una persona de muchas multitudes”.

El primer papel de Pattinson en una película importante fue una pequeña parte en ‘Harry Potter’, que terminó trayéndolo a la atención de los productores de ‘Twilight’. Pero si hubiera sido a su manera, se hubiera puesto a jugar como los forasteros torpes y torturados.

[El director de Pattinson de la película indie 'How To Be', Oliver Irving], recuerda, “haría sus ojos agua y se metería en todos sus sentimientos… abofeteándole y haciendo todo lo que posiblemente pudiera para hacerle sentir mal”, mientras los transeúntes se preguntaban que demonios era lo que pasaba con este chico.
Cuando interpretas a un rarito, explica, “Puedes tener siempre una excusa… ¡Es un rarito!”.

Pero el comportamiento de Pattinson estaba lejos de ser antisocial durante el rodaje de ‘Twilight’. Por las tardes, la directora Catherine Hardwicke recuerda que Pattinson estaba “siempre bebido”, entreteniendo a Stewart y a otros miembros del reparto en la habitación de su hotel con la guitarra. Una “atracción nerviosa” estaba avecinándose fuera de la pantalla.

“Lo que Rob y Kristen tenían es una multitud de sentimientos el uno por el otro. Sentimientos complejos el uno por el otro”, dice Hardwicke. “Era lo que necesitábamos. Una fascinación compleja e intensa”.

Pattinson, por su parte, dice de Stewart: “Ella ha influenciado cómo he hecho todas las cosas de ‘Twilight’. Es muy bonito tener a alguien que está sinceramente indiferente a todo el espectáculo de todo esto”. Para terminar, de todos modos, Pattinson dice que los rumores de una aventura amorosa son falsos: “No hay ninguna diferencia con lo que tú dices [a los tabloides]. He estado literalmente alrededor del país [acerca de Kristen], y es como ‘¡Oh, han tenido citas secretas!’, y como, ‘¿Dónde? ¡No puedo salir de la habitación de mi hotel!’”. Stewart es incluso más enfática: “Es de retrasados”, dice. “Somos personajes en este cómic”.

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